1. |
Plus ultra
04:42
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Justo ahí saltaremos, donde vigilan aquellos dragos. Torres de luz sortearemos, como dementes vencejos. Y una corriente de aire caliente nos alzará a gran velocidad. No tengas miedo al vacío, siempre ha estado contigo, conmigo.
¿Ves esa playa de arena negra? Allí el gentío ya nos espera. Querrá arrancarnos estos plumajes. O podemos seguir subiendo más. Donde el sol queme nuestra piel, y el aire no se pueda respirar, así nunca me dejarías de amar, así nunca te dejaría de desear.
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2. |
Phoebe
04:13
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Dame algo más de morfina o quédate aquí. Vas a tener que amarme o darle al off. Hazme que te hable un rato ¿Cuánto tiempo llevo callado? Repetí tanto tu nombre que algo crujió.
Y si algo tiene sentido es ir tras de ti, al bordear el precipicio que gustas probar. Apretaré tus manos frías. No dejaré que te lleve con él. Nada de lo que ofrece el viento podrá mantenerte en pie. Tu nombre pierde el sentido cien veces después.
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3. |
Quinta da Regaleira
04:20
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Amor, siento que he estado aquí. No sé ni cuándo ni por qué. Tal vez me puedas socorrer. Lo último que puedo recordar es el mar tragándome y a ti nadar por mí, y luego abandonar.
Amor, recuérdame de lo que era capaz si te sentía cerca de mí. Y dime que amé alguna vez hasta estremecerte y explotar. Iníciame de nuevo en la adoración de tu cuerpo que humilla a cualquier dios. Revive estos miembros con tu calor. Rescátame del frío que me llevó.
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4. |
Gara
04:10
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Ya sé que eres agua y que vengo del fuego. Y sé qué dicen ellos, lo que quieren hacernos. Y qué si no hay dónde huir y ya se escuchan venir. Yo no les tengo miedo. Burlé mares enteros por ti. Por ti llegué hasta aquí. Abrázame hasta el fin.
Aquel árbol me ofrece sellar lo que ya es uno. Su apéndice afilado pregunta si estamos preparados. Y ven, dame de beber. Y ten, roba mi calor. Es más dulce la muerte que no poder verte. Y no, no te separes de mí. Abrázame hasta el fin.
El viento ya silbará que no busquen por aquí, que no nos encontrarán, montañas nos cubrirán.
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5. |
Pleamar
04:19
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6. |
Causa Vs Efecto
04:03
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Te busco y no te encuentro. El suelo arde, estoy sediento. Transpirando mares muertos que corrompen este viejo cuerpo joven, que se hincha y es difícil de ocultar a los zombis que vigilan los decorados de tu ciudad. Y sospecho que habrás ido a donde te regalen los oídos. Era lo que te ponía perdido. Buena suerte, amigo.
A vuestra dulce intimidad yo llamaba mercadear. Con todas esas risas huecas ya podrían levantar catedrales donde anunciar, con gran reverberación -Vengo después del no va más, supurando genialidad- Y quién, y quién nos protegerá de tu dolor al caer y besar el suelo que todos pisamos. El suelo que todos besamos.
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7. |
La partida del siglo
03:41
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Ha llegado el momento de jugar a ganar. Es el día, es la hora, es ahora, justo ahora. He decidido. He elegido. Es vivir, o morir. Si no lo ves te arrancaré los ojos que ya no sirven para nada.
Andaremos descalzos todo el tiempo. Comeremos lo mismo que los perros. Nos cubriremos con la lúcida locura, escandalizando a los que creen que saben algo. Es el día de apostarnos esta vida. Es el día de la sed calmar con ella. Es el día de correr como posesos. Es el día de ir muriendo y reviviendo.
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8. |
Ángulo áureo
04:31
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Miras hacia aquí pero sé que no me ves. Oyes alguna cosa pero no escuchas nada. Y de qué, de qué sirvió proyectar emboscadas desde el mismo ángulo áureo. Todo falló. Todo fue en vano. Es tu risa a lo lejos lo que hace que camine sobre aguas que se helaron esperando a que salude ¡Hola! Soy con quien tropiezas cada día, en cualquier sombra. El que te regala imanes sin acabar una palabra. Luego te baño a radiaciones que en tu piel se balancean. Son estos breves temblores lo que busco todo el tiempo. Soy un mártir de tus ojos. Te los cambio por mi vida. Ya no sé qué hacer con ella. Ya no sé qué hacer contigo.
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9. |
La razón encarnada
04:35
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10. |
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Soy como el capitán que precipitó su tripulación a otra dimensión yendo hacia su gran ballena gris, su alma siamés incorruptible.
Quiero saber qué hay detrás de esa curva de allí. Es otra curva y rompo a reír ¿Has visto qué bellas son hacia el final, cuando las ruedas parecen chillar -golpéame hasta que no puedas más-? Y cojo la fusta y empiezo a tocar una de valientes que desertarán. Me agarro a sus crines, no voy a parar. Mis venas me dicen la ruta a seguir. Vieja carretera descubre ante mí un nuevo peligro donde dormir, donde el Peligro no me rastreará. Voy tras los amigos que abandoné, o me abandonaron ellos a mí. Tengo que encontrarlos porque tal vez me anden buscando y no sepan volver.
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Pumuky CN, Spain
Canciones para escapar.
Jaír, Noé, Mariano y Albert, desde algún lugar de las islas Canarias.
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